Recuerdo cada detalle: la playa, el simca, las escaleras, la habitación, el terrao; hacer el amor en un rincón a la luz de la luna... De pronto la veo despidiéndose con lágrimas en los ojos, y las mías quemando como ríos de lava.
El tiempo no cura nada, estoy condenado a sufrir eternamente por ella. Mi corazón no admite que siempre fue un imposible...
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