- Te comportas como un pringao
- ¿Por qué?
- Siempre sonries a sonrisas, repites gestos...
- Doy lo que me dan, sonreir no es malo
- Te ví enfadado con quien se muestra enfadado, deprimido con quien está deprimido, siempre la misma respuesta, da la sensación que te burlas de ellos. Conozco bufandas y abrigos ilustres..., conversamos largo y tendido, me cuentan historias impresionantes.
Ser perchero es muy gratificante.
- Pues yo he repetido sus gestos y captado sentimientos, y te puedo asegurar, dada mi condición de espejo, que si sus abrigos y bufandas son tan hipócritas como sus dueños, perdiste el tiempo escuchándolos, compañero.
Es curioso el reto de las cien palabras. Expresas la idea, dilatas, comprimes...y al final sólo queda inmune el contexto
ResponderEliminarEres genial.
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